MI ALICIA

 

Me hubiera gustado quedarme a su lado, no perderme ni un segundo de su existencia, guardar todos sus secretos y sueños, reír en los mejores momentos,
recordarle cuan fuerte es en los más tristes, probar cosas nuevas y, ayudarla a
no tropezar dos veces, porque la primera nos dolió demasiado.
Hacer que
 arregle su habitación como mamá decía siempre. Llevar su agenda al día, porque “Despiste” es su segundo apellido, acompañarla a ver a los abuelos los cuales siempre tienen anécdotas que nos convienen anotar. Fotografiar caras,
instantes, errores y esperanzas. Contarnos cómo ha ido el día antes de dormir.
Despertarla con una sonrisa. Hacer esas pequeñas cosas que nos hacen ser
quienes somos, juntas.

Pero a veces, llamadlo destino, casualidad o error, la vida nos quita lo que nos da.
La busqué en todos los lugares y tiempos que una vez conocí, la esperé allí donde
nos perdimos y cuando la encontré, ella ya no era ella, ni yo quien fui. Éramos
distintas y a pesar de intentar ponernos al día cuando nos encontrábamos,
nunca volvimos a estar completamente de acuerdo.
La admiré al ver todo lo que había conseguido sin mí, pero me sentí fuera de
tiempo, como cuando te duermes en medio de una película y no entiendes el
final.
Hace muchos años, le prometí escribir la mejor historia de aventuras jamás
contada, la nuestra y, aunque tenga que andar en círculos durante años, os
aseguro que algún día, volveremos a ser una.
Suya;
M.

 

Para más información > XENIA MAGRANER TFG.


 

AGRADECIMIENTOS

Gracias a mi familia y amigos, por ayudarme a ver, por apoyarme y aconsejarme siempre.
Gracias a mi madre, por creer en mí y sostener mi mano fuerte.
Gracias a Jaume, por retarme.

Gracias a la vida, por mostrarme la belleza de lo imperfecto, permitirme llegar aquí aprendiendo y vivir tanto.
Gracias a Alicia, por aparecer en el mejor momento.

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